Historias de una mente perdida, epílogo.

Esperanza, cree que tiene esperanza, cree que no controlo su mente, y sin embargo no se da cuenta de la realidad. Yo soy Ira, una mera representación en su cabeza, soy Ira, asesina de masas, corruptora de mentes. Yo no soy la causante de su estado, las cosas son más profundas. No existo, tan solo soy la imagen de lo que un día fue su vida, su amor, soy la imagen del odio y el resentimiento que él mismo generó al no saber cuidar lo que era suyo, lo que amaba.

No fui yo si no él, el que asesino a su cordura, el que desajustó su mente, no fui yo, fue él, el que mató a toda aquella gente con su paranoia, él descuartizó a la familia de la mujer que le había llevado a esa situación. Él mismo creó sus personajes, él mismo dejó de vivir en la realidad para vivir su realidad. Es él, un simple asesino, que ha asediado a su ficticia comunidad. ¿Sentís compasión? solo quiere deshacerse del mal ¿verdad? Las cosas no son tan sencillas, el bien no existe y el mal tampoco, solo existe su mente. Solo existen sus actos, su manera de reaccionar , de vivir. Sucumbir a mí fue su perdición, no es del todo cierto, creer que yo existía  crearme como un ente que entró en su cabeza, tildarme de su reina, hacer de mi figura una diosa que con mano de hierro le engañó, eso ha sido su perdición.

Su perdición viene de su mano, de la locura, una locura que no es otra cosa que el resentimiento por la ruptura de su vida. Una vida que volcó hacia una mujer, una vida desechada e inútilmente malgastada en una relación sin futuro, sin presente, solo con pasado. Lo abandonó todo para ser el mejor, para ser el mejor para ella.Para hacerla feliz removía cielo y tierra, hizo y deshizo incansable para encontrar el bienestar de su princesa. Se volcó de tal forma que dejó de conocer a los demás, dejó de conocerse a sí mismo, se volcó de tal forma que su mente sin ella no tenía sentido. 

Eso soy yo, soy esa necesidad de poseer a su princesa, soy esa necesidad de amor que alberga su corazón, soy esa necesidad de encerrar la realidad en un sentimiento que cobró personalidad, un sentimiento que cobró vida, cobró la vida que a él le fue arrebatada. Esta batalla es una farsa, y él se da cuenta, poco a poco, de la falsedad que está viviendo. Pero se niega a aceptar que lo que ha vivido estos tres años también ha sido una farsa, se niega a aceptar que su vida, de nuevo, está fundada y construida sobre falacias y mentiras.

Lo más curioso es que yo sepa todo esto y, sin embargo, él no, lo más curioso es que ahora soy yo la que habla, soy yo, es ella, es la mujer que rompió su corazón la que piensa. Soy un reflejo de lo que ella fue, soy un reflejo de lo que ella representó en su vida, un ente fuerte y decidido que le engaña, que le atrae, que le enamora, que le manipula y aniquila, que le utiliza a voluntad... Pero él sigue ahí, sentado, con los ojos cerrados, viviendo su mentira, viviendo su batalla perdida. Batalla que de haber vencido, de haber triunfado el bien sobre el mal, la luz sobre la oscuridad ¿De verdad creéis que hubiese cambiado algo? No... Nada en su vida es real, ninguna de las muertes de las que se cree responsable, salvo la familia de la mujer que rompió su corazón  Cree que he sido yo la culpable, cree que yo los he matado, cree que yo soy lo la culpable de todo lo malo de su vida. Lo mismo creía de su antigua novia cuando le dejó, lo mismo creía de su madre cuando murió, lo mismo creía de su padre cuando le abandonó.

Su mente es un caos de emociones en controversia, su mente no es clara, no está bien, y ahora su mente soy yo, su amada reina Ira, dueña de su vida, dueña de sus actos, dueña de su cabeza... Pero no, no es así, yo no soy real, abre lo ojos, levántate, acércate a la puerta y diles a los que te observan que yo no existo, que yo no soy real que tu mismo eres el responsable de tus actos, afronta la verdad de una maldita vez, deja de esconderte como un cobarde, yo no soy Ira, yo no soy nada, date cuenta de una vez, entérate ¡No soy más que una ilusión en tu cabeza! ¡Solo soy parte de tu mente perdida! ¡ Despierta de una vez!

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