Triste día, feliz final.

Todo sigue un camino lúgubre, a mi alrededor se dan cuenta de que mi ánimo no es el que era, ya no soy esa eterna felicidad que divagaba por tierras sombrías, ya no soy esa luz entre la oscuridad que me rodeaba, el diablo surgió de mi interior y esta apagando cada vela de mi alma. Retrocedo en el tiempo para refugiarme en momentos felices, recuerdo caminos de alegría  imagino fuentes de sabiduría eterna, imagino como hubiese sido mi presente de haber cambiado mi pasado para seguir siendo feliz en un futuro. La risa no resuena en mi cráneo, los músculos se engarrotan de no ser utilizados y mi expresión ahora es seria, apagada...

Veo mi día a día  mi presente y mi futuro, y no veo esa aventura que veía antes, solo trampas por el camino, abandonos y traiciones, gente que espera de mi lo que no puedo ni quiero dar, he cambiado para mal... o he cambiado a mejor conmigo mismo... es una pregunta que me hago a menudo, que tiene de bueno respetarme más si eso hace olvidarme de lo que he sido siempre, alguien a quien no le importa lo que le hagan o lo que le pase, alguien que siempre ha sido fuerte y despreocupado, alguien que solo ha querido sonreír  Pero ahora... no es así, ya no veo el camino coloreado de antes, y las personas que me ayudaban, o no, a pasar por ese camino ahora son de blanco y negro, la luz ahora es oscuridad, las piedras son afiladas rocas, y los árboles llenos vida troncos retorcidos y pútridos.

El mundo feliz en el que vivía parece haber desaparecido, haberse marchitado entre rencores y decepciones, entre traiciones, pero sobretodo se ha ahogado en una eterna rutina, de la que no puede escapar. Mi mundo feliz ha muerto y me ha dejado solo, una de tantas decepciones desde entonces una de tantas asolaciones por culpa de esos tristes momentos, esas situaciones que carecen de flores. Me gustaría verlo como un desafío, como una aventura, me gustaría tomarme la vida a broma como siempre he hecho, me encantaría volver a ser esa persona que se reía de todo y de todos. Salir de esta caverna, huir, a mundo mejor, a un mundo distinto, rodearme de quien me aprecie por como soy y no por lo que represento, de gente que no le interese apuñalarte, de gente que no actúe a mal, de gente que no te abandone cuando más los necesitas. Hoy y siempre he pensado disponer de todo aquello que me era útil, siempre he creído que lo tenía todo, que tenía a los mejores a mi lado, pero no... solo tengo a esa gente que se olvida de ti cuando estas en algún aprieto, que te dan la espalda cuando no eres una simple y banal sonrisa.

Ya no soy como el viento, ya no vuelo por el firmamento, viendo con desprecio la creación, ya no soy ese ángel que me creía  ya no tengo alas, ya no vuelo, ya no río, hace tiempo que dejé de ser feliz. Esfuérzate  esto lo tienes que hacer tú, autocompadecerte no sirve de nada, eres lo que quieres ser... Soy lo que se me permite ser, soy uno más que no dispone de lo que quiere pero que no se atreve a abandonarlo, soy parte de ese alto porcentaje de personas que le teme a la vida, porque no es suya, hace ya tiempo que mi vida dejó de pertenecerme y pasó a ser de los que me rodean, hace ya tiempo que mi vida se esfumó de entre mis dedos y se posó en las inconscientes manos de los que estaban a mi alrededor. Sin darme tregua, sin querer ser un repudiado más, sin querer ser el amargado que soy hoy. Recuperarla significa deshacerme de todo lo que tengo, empezar de cero, y ser quien quiera ser. Pero ahora quiero ser en lo que me estoy apunto de convertir.

Es complicado de expresar, de contar, pero esta pistola está cargada, y con ella sus hermanas, fusiles de asalto que me acompañarán en mi última gesta, estoy seguro de que no me abandonarán. Rendirse hace tiempo que dejó de ser una opción, y luchar dejó de ser una solución, porque carecía de objetivos, ahora se lo que quiero, irme como un grande, o si más no, irme dejando mi nombre grabado en más de uno, irme sabiendo que me recordarán, irme y demostrar al mundo mi rencor, quiero irme y demostrar que no soy esa cara feliz, quiero irme y dejarles bien claro a los de mi alrededor que no soy parte de sus juguetes, que mi vida ya no les pertenece, que rompo con todo, quiero que el mundo sepa que no puedo seguir en esta sociedad decadente y triste. Quiero que el mundo entienda que hoy soy lo que quiero ser, un segador de almas sin nada que perder y sin nada que ganar, alguien que actúa sin objetivos ni metas, alguien que solo quiere terminar.

Y una calle céntrica de una gran ciudad es un buen lugar para terminar, en hora punta me presento, vuelvo a ser el viento que azota la vida, soy una de esas trampas que va a acabar con vosotros, soy esa puñalada que me diste, soy esa traición que representaste, soy ese mundo que abandonaste, soy esos problemas a los que diste la espalda. Soy yo, ahora, quien va a requisar al mundo lo mismo que a mi me fue arrebatado, preparaos, porque voy a aniquilarlo todo, esto va a ser la mayor masacre, la mayor carnicería, no soy buena persona, nunca he querido serlo, nunca he decidido vivir como vivo, nunca he querido hacer bien a nadie, solo soy parte de esta sociedad, solo esperaba mi momento. El metro llega a su estación, mis piernas no tiemblan y mi cabeza no está dudando, todo mi ser quiere acabar con esto, las armas están cargadas y la vida está abrumada, tristes perros que van a ser sacrificados, para mi regocijo, para mi recreo, mi venganza está lista, mi vida está preparada, acabaré con todo cuanto vea... Tranquilas pequeñas amigas de metal, solo cinco minutos más y tendréis todo aquello que se espera de vosotras... muertes a vuestra espalda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario